30 selfies de Vivian Maier


Ahora casi todos sabemos que Vivian Maier fue una de las más grandiosas fotógrafas callejeras del siglo XX. También sabemos que pasó toda su vida en el anonimato, trabajando como niñera, luego viviendo casi en la indigencia, con graves trastornos de conducta.

Maier nació en 1921 y murió en 2009. Trabajó durante casi cuatro décadas como niñera, mayoritariamente en Chicago, y tomó fotografías. Muchas, unas 150.000 aproximadamente. La mayoría fueron de las personas y la arquitectura de Chicago, Los Ángeles y Nueva York (y unas cuantas en viajes al exterior). 


Luego de su muerte, cuando sus imágenes fueron compradas en subastas por unos pocos cientos de dólares (la mayoría eran negativos sin revelar) y dadas a conocer, su trabajo fue aclamado en la tradición de Robert Frank y Lisette Model. Pero, en todo caso, todavía se sabe poco de su vida. Excepto que hay muchas personas que dicen: “Sí, Vivian fue mi niñera”. 

Otra cosa que hizo Maier fue tomarse selfies, autofotos, muchas décadas antes de que se volviera corriente que cada maldita persona que se sube a un ascensor saque su teléfono y se fotografíe frente al espejo. Maier lo hizo antes, y si se quiere, mejor. Éstas son algunas de las selfies que se tomó durante su enigmática vida.
Década de 1950. Detrás, la ciudad del siglo XX.

1953. Siempre usar espejos, regla de selfie.

Otra de 1953. El juego de sombras es maravilloso.

1954. ¿Sostiene un iPhone?


1954. Nótese, por si no se lo notó, que Maier siempre vestía ropa anticuada para su época. Y usaba una cámara igual de anticuada.

1955. Incluye gato, como buena selfie moderna.

1955. Algunos dicen que era excéntrica, pero otros la ayudaban a concretar sus excentricidades. 
1955. Y esto es, claro, perfecto. ¿Qué habría pasado si estas fotos hubiesen visto la luz pública cuando fueron tomadas?



1955. Selfie en el espejo del baño. ¿Les suena contemporáneo?


1955. Más espejos. 
1956. Esta imagen debería traer el cartelito de "clásica".



1957. La vida urbana, el verano, el tabaco.

1959. Por supuesto que no se iba a privar de sacarse selfies en el viaje, como todo millenial.

1959. Sombrerito de turista.


1960. Ya. Digamos que no le faltaba ingenio.

Década de 1960. Siguen las selfies frente al espejo. ¿Se dan cuenta de que no inventamos nada, verdad?

1961. Más escenas de la vida urbana.

1961. Siguen los juegos de sombras y reflejos.



1971. Entre cachivaches. Recordemos que Maier fue, entre otras cosas, una acumuladora clínica. 
1971. Husmeando en una de las casas donde trabajaba.


1971. Más instantáneas de la vida urbana cotidiana, y Maier con ropas todavía más anticuadas (algunos biógrafos han sugerido que la encontraba en cubos de basura o el Ejército de Salvación).

Sin fecha. Pero los zapatos y las modas sugieren los años 50.

Sin fecha. Siempre con la Rolleiflex. 


Sin fecha. ¿Espejo de una motocicleta? Así lo parece.

Sin fecha. Y de nuevo, todo ya parece inventado cuando se miran estas fotos.

Sin fecha. Vivian Maier, la gran fotógrafa callejera del siglo XX. En serio.


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